El silencio de los corderos

Una vez que se ha implantado la ley antitabaco es hora de comentar alguna de sus repercusiones.

Partiremos de la base de que es una ley que atenta contra la propia idiosincracia cultural de este pais, una farsa descabellada, es un golpe bajo a la libertad, una pantomima fascista y una verdadera tomadura de pelo. Cuestiones que paso a argumentar seguidamente:

1.-Atentado contra la idiosincracia cultural de este pais. Pretende la lumbreras de la ministra de sanidad (si, esa misma que lleva una pulsera catalogada por su propio ministerio como un fraude contra la salud) que nos equiparemos a las leyes del resto de europa donde ya se lleva bastante tiempo aplicando dicha normativa. Que viene a ser lo mismo que decir que un español tiene que seguir las mismas costumbres que un inglés, un frances o un alemán por ejemplo. Vamos a ver... si precisamente, los ingleses, los franceses y los alemanes son los que vienen a España a disfrutar de nuestras costumbres porque en sus paises de origen se lo pasan como el culo y precisamente una de esas costumbres españolas es la de tomar una cañita en un bar con tu cigarrito importandote un carajo si sale el sol por Antequera.

2.-Una farsa descabellada. Prohiben que se fume pero no prohiben la venta del tabaco, precisamente porque el mismo gobierno que promulga la ley se beneficia de los impuestos que se recaudan con su venta. Si es tan perjudicial para la salud y tanto les interesa la salud de los demás que prohiban su venta y punto.

3.-Un golpe bajo contra la libertad. Contra la libertad del que abre SU bar y por tanto es libre de permitir o no que se fume dentro de SU local y por supuesto contra la libertad del que fuma.

4.- Una pantomima fascista. Con esta ley se alenta la denuncia, no sólo del inspector responsable de tal actuación si no de cualquier ciudadano de a pie que permite delatar a cualquier otro que esté fumando del mismo modo que se hace en un estado policial y represor. Y sin embargo ese mismo ciudadano "responsable" estoy seguro que no denunciaria otra circunstancia mas grave que se cometiera ante sus ojos como un robo o incluso un asesinato.

5.- y una tomadura de pelo. Sobre todo a los hosteleros que se les obligó a realizar obras de adecuación en sus locales para poner zonas de fumadores y no fumadores con gasto a sus propios bolsillos, que en algunos casos superaron los cientos de miles de euros y que ahora no sirven para nada.

¿Y que hace mientras tanto la sociedad?... nada, silencio. Salvo contados casos de insumisión la sociedad calla y acepta aun cuando comprueba que se alteran sus costumbres, su libertad, su bienestar y en el caso de los hosteleros hasta sus ingresos. ¿porque no denuncian los hosteleros al estado por el manifiesto perjuicio que se les ha ocasionado?.

Así nos va....